Fundación Lisón-Donald
artículo escrito por Fundación L-D

Memorias III Jornadas: Antropología del Deporte

13-03-2016

Creo que vale la pena subrayar? cómo el tema elegido ha privilegiado el acceso y participación a vecinos del pueblo junto a profesores especializados y alumnos universitarios venidos de distintas provincias, naciones y continentes. La trilogía ha probado ser un cocktail de exquisito sabor; han abierto toda una galería de ventanas para enmarcar el deporte en su pluralidad que nos han invitado a pensarlo desde distintas perspectivas. No voy a glosar lo dicho, todos lo hemos oído, sino a aludir al significado invisible que no siempre se ve, esto es, los valores morales y bienes simbólicos que nos han presentado.

Los profesores fundamentándose en etnografía nos ilustraron con preciosas viñetas de empatía al presentarnos el deporte como lengua de lo real como vivido pero en versión cultural: con gravitas antropológica abordaron temas tan ecológicos cómo, qué es el deporte, qué se puede hacer con qué, dónde, cómo y cuándo, pero siempre en el marco de la sociedad institucionalizada y de la cultura en liderazgo moral, llevándonos de paso a pueblos extraños y primitivos en técnica; estuvieron presentes temas tan relevantes como conceptos clave como tradición, personalidad , significado, valor, símbolo y marco de vida moral con todo su cortejo de alusiones implícitas transcendentes muy bien desarrolladas. Resultó también muy instructiva la exposición del conjunto de recursos que mueven al deportista para priorizar la cooperación sobre la violencia y el conflicto inherentes al juego.

Novedad interesante fue la actuación de los deportistas del pueblo en su variedad; nos hicieron oír la voz original, la mirada propia, todo un conjunto suculento de ideas factivas u operativas y de experiencias, sentimientos y emociones personales, el lenguaje de la acción en una palabra, esto es, el realismo del espíritu en operación individual. Todo salpicado de anécdotas vividas, de vitalidad, entusiasmo y de humor que hicieron la delicia del público. Y algo más: vimos cómo la narrativa popular puede alcanzar su realidad específica al dar nuevo ser a lo dicho, pero en régimen generalizante. No puedo olvidar en mi reconocimiento la continua y eficaz cooperación de la Corporación Municipal bajo la dirección de su primera autoridad, imprescindible para las Jornadas al poner amablemente a nuestra disposición el Salón de actos y la Biblioteca. Que conste mi agradecimiento.

Por último pero realmente valiosa fue la actuación de los estudiantes que acertadamente tomaron el campo de la crítica constructiva y mostraron la penetración de la recepción de conceptos fundamentales explicitados, conceptos que cristalizaron proposiciones coherentes: creen que en el deporte -siempre socializado y culturalizado- debe prevalecer la colaboración en equipo frente al necesario choque colectivo, más aún, cómo el deporte debe ser el venero de fair play y motivaciones morales a trasladar del y al campo del comportamiento en la sociedad.

Sólo me queda agradecer a todos ese espíritu deportivo de cooperación que marcó las Jornadas, y a La Coral Municipal “Alhindén” de La Puebla de Alfindén por el broche de oro con el que se cerraron las jornadas con un repertorio variado.

CL

Notas de Prensa:

Cartel de las III Jornadas de AntropologíaCartel de las III Jornadas de Antropología
Obituario de Carmelo Lison en el Diario de SevillaObituario de Carmelo Lison en el Diario de Sevilla
Programa de actividades III Jornadas de Antropología - InteriorPrograma de actividades III Jornadas de Antropología - Interior